Por Alexander Rocha
Malasia. Las autoridades del país han obligado a casi un centenar de adolescentes a ir a un campamento religioso contra la homosexualidad. Quieren "corregir" el comportamiento "afeminado" de los jóvenes. Los chicos tienen entre 13 y 17 años. Asociaciones LGTB instan a las minorías sexuales a unirse y manifestarse en contra de la discriminación.
La discriminación vigente en Malasia ha encontrado a nuevas víctimas: 66 jóvenes deberán pasar por un campamento contra la homosexualidad por ser afeminados.
Los profesores y los padres de los adolescentes alertaron a las autoridades de que los jóvenes no cumplían con los roles de género que la sociedad les impone.
Tras dicho aviso, funcionarios del Ministerio de Educación decidieron llevarlos a un campamento para guiarlos "de vuelta al camino correcto antes de que lleguen a un punto de no retorno", según las palabras que han expresado a los medios de comunicación.
Los jóvenes tienen entre 13 y 17 años. Deberán someterse a distintos programas ligados a la religión, en un país que aún sigue otorgando a dicho grupo un amplio poder.
"Tal comportamiento afeminado no es natural y afectará a sus estudios y a su futuro. No es una cura de un día para otro. No podemos obligar a los chicos a cambiar, pero queremos que sepan las opciones que tienen en la vida. Algunos chicos afeminados terminarán como travestís o como homosexuales, pero queremos hacer nuestro mejor esfuerzo para controlar dicho fenómeno", expresó uno de los funcionarios del país.
Las autoridades de Malasia han negado que hayan obligado a los jóvenes a ir al denigrante campamento, alegando que simplemente les han "invitado".
Asociaciones LGTB del país han instado a las minorías sexuales a manifestarse y unirse para conseguir que su activismo pare la ola de discriminación que sigue impidiendo que el progreso incluya a la diversidad sexual
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